La esencia de la prensa son los periodistas, sin periodistas no hay prensa.
En marzo de 2003, cuando la Primavera Negra, ola represiva que llevó a las cárceles de la isla a 49 opositores pacíficos y 26 periodistas, lo más decomisado por la Policía Política en los registros domiciliares, fueron libros.
Durante el allanamiento a la sede de la Asociación Pro Libertad de Prensa (APLP) el 30 de mayo último, la Policía Política del gobierno de Cuba también incautó libros.
Aunque se conoce que los regímenes altamente represivos tienen ojerizas por los libros (el Nacional Socialismo de Adolfo Hitler los quemaba sin ningún disimulo), nunca, que recuerde, en la Mayor de las Antillas ha existido un pronunciamiento oficial de censura sobre algún libro; todo lo contrario, en cierta ocasión Fidel Castro aseguró que en Cuba no habían libros prohibidos, que lo que no había era dinero para comprarlos. ¿Sería eso hipocresía?
Entre los libros decomisados este fin de mayo está, “El Cuarto Poder”. El título responde a la frase dirigida por Edmund Burke a los periodistas presente en la galería de la prensa de la Cámara de los Comunes en 1792: “Señores, ustedes son el cuarto poder”.
Quizás los represores no sabían que significaba eso de “Cuarto Poder”, o tal vez vieron ese título como algo desafiante al poder omnímodo de la casta gobernante en el país hace cerca de sesenta años.
Tengamos en cuenta que en Cuba, la prensa, o mejor dicho, los periodistas oficialistas, no están en ninguna escala de poder; son empleados, muy mal remunerados, del Partido Comunista.
Sí, porque aunque la Constitución de 1976, diga en su artículo 53 que, en ningún caso, los medios de comunicación masiva pueden ser privados, en la práctica pertenecen, únicamente a esa organización política de ideología foránea.
Todos los diarios de las provincias del país, incluido el del llamado municipio especial Isla de la Juventud, son órganos oficiales del Partido Comunista. Aparte de Granma, el otro diario de carácter nacional, Juventud Rebelde, es el órgano oficial de la Juventud Comunista.
No importa cual medio de comunicación, cualquiera que sea su estructura o característica específica, responde y es controlado por el Departamento Ideológico del Partido Comunista.
El Partido Comunista no solo viola la Constitución, que puso en práctica para la defensa de sus intereses, al haber privatizado la prensa para sí. Además, escandalosamente, tiene el monopolio de todos los medios de comunicación, y por ende tiene a su servicio a miles de comunicadores, que desecha cuando ya no le son útiles.
Pero la esencia de la prensa son los periodistas, sin periodistas no hay prensa. Todo esos miles saben lo que quiere decir “cuarto poder”, o solo “poder”. Pero con vestimenta lanuda, sin mostrar amor, o al menos respeto, por la profesión, sino se piensa en la nación, nunca más podremos hablar en Cuba del poder de la prensa.
Nadie, ni siquiera los dueños del rebaño, pueden llegar a pensar que a los lanudos les pertenece algún poder. Así no es de extrañar, que la Policía Política pueda valorar de desafiante, o quizás peligroso, un libro con el título de “El Cuarto Poder”.